Compañero Hernán Aguiló:
El MIR chileno perdió a varios cientos de valerosos militantes en la dura lucha contra la dictadura militar de Pinochet.
El MIR chileno perdió a varios cientos de valerosos militantes en la dura lucha contra la dictadura militar de Pinochet.
Muchos de ellos cayeron combatiendo con las armas en la mano, luchando contra una de las dictaduras más feroces y oprobiosas que se implantó en América Latina y que sojuzgó a nuestro pueblo, arrebatándole sus sueños mas preciados.
Los mejores hijos de nuestro pueblo, hombres y mujeres, venidos de todos los sectores populares y de todos los sectores sociales, dieron lo mejor de si, levantaron en alto las banderas de la dignidad y de la consecuencia revolucionaria.
Cuando mas negra estaba la noche, ellos estaban allí, junto a los sectores populares, llevando una luz de esperanza, y con mucho coraje, con el ejemplo de su entrega, con la claridad de sus conciencias, lucharon junto a nuestro pueblo contra la dictadura del gran capital.
Su memoria y el recuerdo que de ellos tenemos no debe ser manchado porque ellos ya son héroes de nuestro pueblo, y seria una afrenta hacerlo (solo propio de los servicios de seguridad y la propaganda al servicio de las clases dominantes).
A otros compañeros simplemente los asesinaron a mansalva o en las mazmorras de la dictadura. También muchos compañeros apresados, torturados, encarcelados y lanzados al exilio. Y no es casualidad que así ocurriera ya que estábamos frente a la dictadura mas criminal en toda la historia de nuestro país, impuesta a sangre y fuego por las clases dominantes y el imperialismo, y que se tomaban revancha por los intentos que los sectores populares habían hecho para librarse del sistema explotador y por los niveles de conciencia alcanzados por los trabajadores chilenos. Y el MIR representaba ahí las ideas de mas avanzada en Chile hasta ese momento, llegando incluso a plantear y comenzar la construcción del poder popular. Por ello es que el MIR y Miguel Enríquez son un ejemplo de lucha y consecuencia en América Latina y en el mundo entero.
Había que acabar con el movimiento popular, la izquierda y los revolucionarios. Implantar la política del terror y el miedo. Ello como condición previa a la imposición de todas las políticas reaccionarias y quitar todas las conquistas alcanzadas por los trabajadores.
Frente a las acusaciones repugnantes que pesan sobre nuestro compañero Hernán Aguiló de que sería un doble agente, y culpable de la muerte de algunos compañeros, no me corresponde a mí defenderlo. Para ello esta el ejemplo de su vida y lucha, desde antes del gobierno popular y hasta la salida de la dictadura. Son muchos años de lucha revolucionaria y clandestina, construyendo partido y organización de los trabajadores, conduciendo el repliegue de los sectores populares, la salvaguardia del partido, la continuidad histórica del MIR en esos años. Luego conduciendo las tareas y la lucha de resistencia contra la dictadura. Dentro de todas las tareas, fueron miles de acciones armadas de todo tipo y dentro de ellas, cientos de bombas que se colocaron. En mi caso, fueron varias las veces que nos jugamos el pellejo juntos con Nancho y junto a tantos otros compañeros. Ello crea lazos hermanables que son difíciles de romper. Tantos y tantos hermanos y hermanas luchando juntos y por los cuales estábamos dispuestos a dar la vida, para defenderlos. Y ellos por uno. Nuestra conciencia y compromiso nos dictaba aquello.
Lamento las muertes de compañeros que les explotaron las bombas. Nos duele la muerte de esos hermanos y hermanas. Ellos murieron cumpliendo una misión. Es como si hubieran muerto combatiendo. No les resta mérito a su entrega, su compromiso y su ejemplo. Por ello el mejor consuelo posible para una madre con un hijo muerto en esas circunstancias es saber que su hijo murió en el cumplimiento del deber, en defensa del pueblo y en contra de su enemigo que lo aplastaba.
Lo cierto es que no debimos perder ningún compañero por esas causas. Fueron todas muertes evitables. La sobre valoración y el voluntarismo nos llevó a cometer esos errores y ello nos llevo a transgredir las medidas de seguridad.
Se cometieron muchos lamentables errores que nos costaron muy caro. Pero no se de ningún caso que no haya sido para querer provocarle un daño a la dictadura.
Varias veces "nos salio el tiro por la culata" y me gustaría que alguien respondiera por los errores cometidos. Perdimos a muchos compañeros, y lo peor es que a la distancia de los años, nos duele pensar siquiera que sus muertes hayan sido en vano, viendo como se ha impuesto la más profunda y regresiva contrarrevolución: la del capitalismo neoliberal, que todo lo corrompe.
Por supuesto nos pena ahora el anhelado y nunca realizado balance político autocrítico de nuestro accionar durante todos esos años de lucha. Habría sido un instrumento que nos hubiera permitido saldar en parte nuestras cuentas con nuestro compromiso con el pueblo, con lo realizado y con lo que no pudimos hacer, de nuestro aciertos y de nuestros errores, de nuestras debilidades y de nuestras fortalezas y, por sobre todas las cosas, rendir cuentas ante el pueblo de nuestras políticas y su implementación.
Por supuesto nos pena ahora el anhelado y nunca realizado balance político autocrítico de nuestro accionar durante todos esos años de lucha. Habría sido un instrumento que nos hubiera permitido saldar en parte nuestras cuentas con nuestro compromiso con el pueblo, con lo realizado y con lo que no pudimos hacer, de nuestro aciertos y de nuestros errores, de nuestras debilidades y de nuestras fortalezas y, por sobre todas las cosas, rendir cuentas ante el pueblo de nuestras políticas y su implementación.
Lamento que, por desgracia, hoy se judialice nuestro accionar y se acuse a nuestro compañero de asesino y traidor ante los tribunales. No hay una sola prueba de aquello. No creo en esta justicia de los poderosos y de los ricos, que vergonzosamente en estos años sólo ha servido para proteger y librar a los asesinos y violadores de los derechos humanos, que masacraron a nuestro pueblo. Esta es una “injusticia” que mantiene la impunidad y no ha sido capaz de derogar la ley de amnistía dejada por el dictador. Todos los muertos, todo el daño realizado es responsabilidad de la dictadura militar, que derrocó el gobierno, destruyó las instituciones y se tomo el pais, imponiendo el terror. La nuestra fue una lucha legítima contra la dictadura ilegal y asesina.
Nancho, suscribo totalmente el comunicado que han sacado hoy los compañeros en tu apoyo y pueden agregarme a la lista. También puedes dar a conocer este escrito si te parece pertinente.
¡Adelante con todas las fuerzas de la historia!
Un abrazo fraternal,
Carlos Otazo
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