8/21/2008

DE LAS LUCHAS ESTUDIANTILES




“Aprender es para nosotros, construir, reconstruir, constatar para cambiar,
y que nada se hace sin apertura en el riesgo y en la aventura del espítiru”
(Paulo Freire)



El año 2008 ha sido una importante trinchera para la organización, la apuesta y la avanzada del mundo estudiantil. Hemos sido testigos del nacimiento, desarrollo y reflujo constantes de un movimiento emergente, que cada vez parece esclarecer más sus ideales y depurar sus convicciones para la búsqueda de una educación gratuita y digna, que de fin a la mercantilización de este derecho del pueblo, inherente a todo niño, niña y joven.

A lo largo de este proceso identificamos importantes logros, pero también desaciertos, que conformarán la experiencia viva de estas semillas revolucionarias, actores de la lucha estudiantil en pos de servir al pueblo en sus futuras luchas. Una de sus principales virtudes ha sido la solidez al momento de exigir sus demandas, manteniendo una actitud indoblegable frente a la autoridad de estado, quien por medio de mentiras e imposiciones intenta desmovilizarnos cada vez, a través de sus públicas declaraciones que persiguen deslegitimar la demanda sectorial, y por medio de verdaderos “shows de estado” como han sido las mesas territoriales, en las cuales se intenta imponer las supuestas bondades de una LGE creada para favorecer a la minoría burguesa.

Hemos logrado romper con los conductos burocráticos de la institucionalidad, generando espacios de organización participativos, transversales, integrativos, donde se debaten y entrecruzan posturas, ideologías, necesidades y visiones que permiten dar forma a esta expresión popular que se ha denominado “Movimiento Estudiantil”.

Otro importante logro es la articulación entre diversas expresiones del pueblo y de sus distintos sectores y actores, como trabajadores, profesores, organizaciones sociales, marchas poblacionales, lo que nos demuestra que la lucha por la educación es una batalla pendiente para el pueblo, a la cual hay que darle la prioridad que merece, pero siempre teniendo el debido cuidado de no permitir la manipulación y usura de parte de cúpulas dirigenciales de sectores reformistas que serían capaces de vender nuestros esfuerzos para dárselos al gobierno a cambio de migajas.

En estos 6 meses las movilizaciones han tenido momentos de estallidos y de reflujo, de movilizaciones y aprendizajes constantes, con la capacidad de mantener la vigencia de sus demandas por sobre todos los acontecimientos coyunturales que se han presentado y más aún considerando el tremendo bloqueo mediático de parte de los medios de comunicación, que han sido cómplices de la represión, el silencio y la mentira. Compañeros y compañeras han resultado heridos, expulsados, sumariados y procesados, motivo por el cual ha sido preciso ejecutar la violencia como un acto legítimo de autodefensa de niños, niñas y jóvenes, porque esta violencia no hace más que responder de modo justo a la violencia del estado y sus aparatos represores.

A pesar de toda esta injusticia, hoy los estudiantes se proyectan al futuro en la construcción de un movimiento estudiantil sólido, en una etapa de reflexión, de replanteamientos de estrategias, de estudio y preparación de dirigentes, y de proyección para el futuro. La territorialización de la labor será fundamental para la trascendencia y proyección futura de la lucha del sector estudiantil, a través de cordones, asambleas, actividades, marchas en los territorios donde nos hallamos. La tarea consistirá en romper con el reflujo y hacernos partícipes del movimiento popular, amplio y luchador, no sólo como estudiantes sino que como actores de cambio, enfocados como pueblo, para construir nuestra propia Fuerza Social Revolucionaria.



¡¡¡Cuando la Injusticia se convierte en Ley,
Rebelarse se convierte en Deber!!!


Estudiantes Revolucionarios
delasluchasestudiantiles@gmail.com

43 ANIVERSARIO DEL M.I.R.

Primero que nada, queremos saludar a todos aquellos que desde las salas de clases de liceos y universidades, se han incorporado en forma organizada y consciente a la lucha de clases en nuestro país, tomando una posición clara y firme junto al pueblo y los trabajadores.

Han sido los estudiantes secundarios los que han destrabado finalmente las ruedas de la historia, después de 17 años de democracia restringida y policial, mostrando al conjunto del pueblo que es posible enfrentar al Estado Contrainsurgente, al Gobierno de turno, a los políticos oficiales y a los poderosos medios de comunicación controlados por los dueños del poder y la riqueza, si la lucha es justa, si la lucha es masiva, si la lucha se realiza en forma independiente de las clases dominantes, si la lucha es generosa y colectiva.

Les agradecemos entonces, la oportunidad de poder hacer llegar nuestra palabra a las compañeras y compañeros asistentes a este acto.

El Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) de Chile, es una organización político-militar, que desde 1965 hace un aporte a través de distintas expresiones políticas, sociales, culturales y armadas, a la construcción del proyecto revolucionario en Chile. El MIR hunde sus raíces en la historia de resistencia, rebeldía y lucha de los trabajadores, pobladores, estudiantes y el conjunto de los sectores populares de nuestro país, y se proyecta en el presente como una matriz cultural que nutre a varias generaciones de revolucionarios, así como a diversas organizaciones políticas y sociales, nacional e internacionalmente.

El MIR trabaja por la organización independiente del conjunto de los trabajadores, de los pobres del campo y la ciudad, de los marginados, los excluidos, los explotados y los oprimidos por un orden social injusto, impuesto a sangre y fuego por los dueños del poder y la riqueza; El MIR trabaja por convertir esa organización en fuerza, y esa fuerza en poder para los trabajadores.
Este 15 de agosto se cumplen 43 años de lucha de nuestra organización. La fundación del MIR constituyó un momento de síntesis de décadas de división, dispersión, desconfianzas y discusiones inútiles al interior de la izquierda revolucionaria, planteando la superación de la política reformista de conciliación de clases de los partidos comunista y socialista, a través del impulso teórico y práctico de una política revolucionaria en el país.

El inicio de las acciones armadas por parte de nuestra organización, supuso el rompimiento definitivo con la fijación electoralista e institucional de la vieja izquierda en el país, cuya máxima y trágica expresión fueron los tres años de gobierno constitucional de la Unidad Popular, el Golpe Militar y el suicidio del presidente Allende en La Moneda.

La concepción del Poder Popular y su impulso como política revolucionaria, recogida de la experiencia práctica de organización de los trabajadores y el pueblo, superando la concepción burocrática, sectaria y burguesa de gobierno de la izquierda tradicional, estableció uno de los más importantes criterios diferenciadores entre una política revolucionaria y una reformista, vigente hasta el día de hoy.

La decisión política de nuestra organización, de quedarse en el país a combatir a la Dictadura, de no dejar abandonado a su suerte al pueblo trabajador que creyó en el gobierno popular, impulsando inmediatamente y en forma unitaria la lucha de Resistencia contra la Dictadura, constituye la máxima muestra de consecuencia ética revolucionaria en nuestra historia.

A pesar del costo humano que nuestra organización debió pagar, bajo el acoso implacable y brutal del enemigo, fue la lucha clandestina emprendida por nuestra organización, la que permitió mantener viva la llama del proyecto revolucionario y popular en el país, contribuyendo a generar las condiciones para la ampliación de la lucha antidictatorial a partir del año 1980, y la radicalización de las luchas populares desde los años 1982 a 1986, cuando el resto de la izquierda terminó de darse cuenta que los militares no dejarían voluntariamente el poder.

Son los años de lucha urbana de las milicias de la resistencia popular, son las operaciones de la Fuerza Central del MIR, de la experiencia guerrillera de Neltume y Nahuelbuta, de los Paros Comunales de Pudahuel, Lota y Coronel, pero también, de las Marchas del Hambre, de las primeras huelgas combativas de trabajadores contra el capital, de Radio Liberación, de la lucha incansable por la defensa de los Derechos Humanos, por la libertad de los presos políticos, por la democratización de las universidades, por el derecho a la vivienda, al pan, al trabajo, por una salida popular al régimen de los militares. Y aunque el conjunto de la izquierda se vio fortalecida en la lucha, el desgaste, las vacilaciones y claudicación de algunos, permitieron abrir la brecha que terminaría en la derrota de la alternativa popular y en una salida política negociada a la dictadura.

Ante las nuevas condiciones políticas y como resultado de la crisis provocada por un grupo fraccional del MIR, que terminaría integrándose en masa al Partido Socialista, nuestra organización perdió la centralidad estratégica, nuestros militantes y dirigentes perdieron la confianza mutua y el MIR se dispersó en la absolutización de prácticas unilaterales, de las que finalmente sólo un pequeño núcleo logró conservar temporalmente una visión más integral de la lucha revolucionaria, sentando las bases de una política de enfrentamiento al Estado Contrainsurgente, al itinerario de transición pactada a esta democracia restringida y policial, y a la consolidación del acuerdo inter burgués entre las clases dominantes.

Sin embargo, la inmadurez de la nueva dirigencia, los vacíos en su formación política e ideológica y un nuevo contexto histórico, abortaron la continuidad de la política revolucionaria del MIR en los años noventa.

Cientos de militantes experimentados terminaron por abandonar las filas de la organización en este periodo, canalizando a través de la lucha social su ideario revolucionario, desarrollando importantes pero aisladas experiencias de lucha y también, emprendiendo la creación de nuevas organizaciones, la mayor parte de las cuales hoy ha dejado de existir.

A fines de los años noventa comenzamos a notar una incipiente reversión en la tendencia de la lucha de clases en el país. Comenzamos a notar signos de desgaste en las clases dominantes que hoy nadie puede negar, y un ascenso paulatino pero sostenido de la lucha social: un nuevo ciclo de luchas populares.

Un pequeño grupo de militantes, provenientes de distintas generaciones y experiencias de organización del MIR, emprendimos la tarea de recuperar la centralidad política e ideológica de nuestra organización, para dar cuenta de estas nuevas condiciones de lucha social y política e intervenir activamente en ellas.

Frente a la posibilidad de seguir haciendo la política del MIR, agregando sólo una nueva sigla al ya fragmentado campo de la izquierda revolucionaria, preferimos reivindicar las tareas inconclusas planteadas por el MIR, reivindicar una línea de pensamiento político revolucionario original que nutre a la totalidad de experiencias de organización de la izquierda revolucionaria actual, asumir el sentido y proyección de nuestra propia historia y darle continuidad al proyecto revolucionario de la organización en las nuevas condiciones políticas, sociales, económicas y culturales de nuestro país y del mundo.

Hoy como ayer, hace 43 años, nos unimos buscando superar la división, dispersión, desconfianzas y discusiones inútiles al interior de la izquierda revolucionaria.

Hoy como ayer, nos unimos planteando la necesidad de superar la política reformista de conciliación de clases de los partidos tradicionales de la izquierda, a través del impulso teórico y práctico de una política revolucionaria en el país.

Hoy como ayer, el trasfondo de nuestro proceso de organización es un ciclo de mayor movilización social frente a las duras condiciones de explotación y opresión impuestas por los dueños del poder y la riqueza, y la necesidad de una alternativa ideológica, política y social a las ofertas excluyentes de país que nos ofrecen las clases dominantes y el reformismo.

Hoy como ayer, nos unimos para liberar el impulso revolucionario de los sectores populares más concientes y combativos, para apoyar sus luchas, para fortalecer sus organizaciones, para proporcionar un instrumento político que permita desarrollar aún más su conciencia y sentar las bases de un nuevo proyecto político popular.

Consideramos que, aunque estamos en pleno desarrollo de un ciclo de movilización popular, nuestro país vive en términos generales un periodo de estabilización de la lucha de clases.
Esto significa que, si bien existen importantes contradicciones y pugnas al interior del actual bloque en el poder, articuladas en torno al desgaste del actual modelo de crecimiento económico capitalista en el país y al desgaste del principal agente político hegemónico, la Concertación, impactando las condiciones de gobernabilidad del sistema en su conjunto, sin embargo, la actual correlación de fuerzas favorece ampliamente a las clases dominantes.

Estas, han logrado conformar un bloque histórico, conducido por el gran empresariado de los grupos económicos y las trasnacionales, integrando al empresariado exportador mediano y pequeño y a los sectores medios, ligados al sector más moderno y dinámico de la economía; Bloque en el que participan en forma subordinada los medianos, pequeño y micro empresarios de la industria, el comercio y la agricultura nacional, y que perjudica a los trabajadores en su conjunto, a los pobres del campo y la ciudad, a los pueblos indígenas, que no caben en el actual modelo de desarrollo; a los inmigrantes y a los sectores medios asalariados y algunas categorías de profesionales, todos los cuales ven constantemente amenazados sus puestos de trabajo y deteriorarse sus condiciones de vida, constituyendo el desempleo, la precariedad laboral, la marginalidad, la pobreza y la superexplotación los mayores problemas que enfrentan.

Se generan hoy las condiciones para un reacomodo de las clases y fracciones de clase que participan de este acuerdo interburgués, dándose las condiciones para una reedición de los tres tercios tradicionales en la política institucional, con un desplazamiento general de las propuestas políticas hacia la derecha, lo que implica un cambio en la estructura del estado contrainsurgente y las principales políticas públicas que desde este son impulsadas.

Esta metamorfosis del bloque en el poder, a la vez que permite la inclusión de organizaciones políticas antes excluidas, buscando ganar gobernabilidad para el modelo de dominación, vía coopción, alterando la confi-guración del régimen de democracia restringida y policial, genera las condiciones para una mayor movilización social, en un contexto de fuerte crisis económica para los trabajadores y el pueblo y de niveles de exclusión y descom-posición social extremos, similares a los vividos los primeros decenios del siglo XX.

Ya distintos sectores hablan de un nuevo pacto social, gracias a la incorporación formal y subordinada del Partido Comunista al sistema. Un nuevo pacto social, similar al que se negoció con los partidos de la izquierda reformista al inicio de la transición, que le entregaron un cheque en blanco a la Concertación y que retrasó e impidió el desarrollo autónomo de una política popular de los trabajadores y el pueblo, con independencia de clase frente a los negociados de la Concertación con el empresariado.

Frente a este nuevo intento de negociación de los intereses del pueblo, la experiencia histórica muestra que la única esperanza real para los explotados y margi-nados del país, para los trabajadores y pobres del campo y la ciudad, será romper ellos mismos esta situación de estabilización de la lucha de clases, acumulando fuerza social revolucionaria a través de todos y cada uno de los enfrentamientos parciales contra el empresariado y la oligarquía dominante, que permita alterar la correlación de fuerzas entre los sectores oprimidos y el bloque en el poder, y abrir un nuevo periodo de la lucha de clases en Chile.

Es por esto que nuestro objetivo estratégico para el periodo, es que el MIR -este MIR-, contribuya a la acumulación de fuerza social revolucionaria y a la polarización de la contradicción principal que cruza nuestra sociedad, entre explotados y explotadores, buscando la crisis del acuerdo interburgués y el surgimiento de un nuevo proyecto político popular.

Esto implica en términos generales:

a) Avanzar en la articulación de la alianza social de clase y multiétnica de los explotados, excluidos y oprimidos, a través de la movilización, la organización y el impulso a la lucha de todo el pueblo;

b) Avanzar en el logro de la unidad política de los revolucionarios y la izquierda, a través de la construcción y fortalecimiento de la fuerza propia y el impulso de una política amplia de reagrupación de fuerzas, sobre la base de un acuerdo programático, que vaya más allá de la simple reunión de siglas vacías de pueblo, que ha sido la constante durante los últimos diez años;

c) Desarrollar, extender y legitimar el ejercicio de la violencia por parte de los trabajadores y el pueblo, como base de una política militar revolucionaria, a través del desarrollo creciente de las acciones directas de masas, de la autodefensa de masas y del impulso al accionar miliciano de la organización, enmarcado dentro de los límites de la lucha política y reivindicativa de los trabajadores y el pueblo;

d) Avanzar en la articulación internacional de la lucha anticapitalista en la región, a través de la solidaridad activa con los pueblos en lucha, el desarrollo del pensamiento regional revolucionario y la coordinación y apoyo mutuo de las fuerzas revolucionarias del continente.

La única manera de impulsar estos objetivos, es hacerlo prácticamente. Esto se traduce en concreto en:

a) El esfuerzo de construcción de una organización nacional, buscando integrar a los sectores más concientes y combativos de los trabajadores y el pueblo. Una organización socialmente arraigada, combativa y experimentada, de carácter político militar y clandestino.
Hoy estamos en las fases iniciales de constitución de una organización de este tipo, arrastrando todavía una serie de deficiencias y lastres de la anterior etapa de dispersión y desarticulación de los revolucionarios.

b) En el impulso de una política revolucionaria, “La Política de los pobres del campo y la ciudad”, que teniendo en perspectiva la acumulación de fuerza social revolucionaria, dinamice el desarrollo de la lucha reivindicativa y política de los sectores populares, el fortalecimiento de sus organizaciones naturales, la elevación de sus niveles de conciencia política de clase, contribuya a su organización, a su unidad y al logro concreto de un mejoramiento en sus condiciones de vida, de trabajo o de estudio.

Creemos que esto parte por recoger e Impulsar las plata-formas de lucha sectoriales que ya existen en muchos lugares; Por apoyar y extender las formas de organización y de lucha que el mis-mo pueblo se está dando para combatir a la dictadura del capital.

Esto significa hoy, por ejemplo, apoyar las luchas estudiantiles, fortaleciendo las formas de organización que se han dado los mismos estudiantes secundarios, a nivel de zonales comunales y a nivel nacional, generando las condiciones de continuidad de la organización y lucha estudiantil, en el entendido que el esfuerzo desarrollado por los secundarios ataca uno de los pilares sectoriales de las políticas públicas del estado neoliberal en el país y que la aprobación de la LGE en el senado en ningún caso resuelve las contradicciones del modelo educacional en el país.

También, apoyar las luchas de los trabajadores subcontratistas en las distintas ramas industriales y de servicios, contra el régimen de subcontratación, contra el actual código laboral y contra las políticas de flexibilización, explotación y desprotección laboral impulsadas por el empresariado y el gobierno. Apoyar las luchas de los trabajadores organizados por el mantenimiento y mejora de su nivel salarial, por su participación en las tremendas ganancias que a pesar de la crisis social están obteniendo las grandes empresas, e Impulsar la lucha de los pobladores contra la especulación y el lucro en las políticas habitacionales, contra el deterioro de sus condiciones de vida producto de las alzas sostenidas en el precio de los alimentos, servicios básicos y transporte público, así como contra la inseguridad y la represión policial.

c) En el impulso a la acción directa de los sectores populares, en la toma y defensa de sus derechos, frente a un empresariado explotador y a un régimen político que les expropia el contenido político de sus luchas. En el fortalecimiento y extensión de la autodefensa de masas frente a la represión policial y en el impulso a la lucha miliciana en apoyo de las luchas reivindicativas y políticas del pueblo.

d) En el impulso, fortalecimiento y extensión de una política comunicacional de la izquierda revolucionaria, y el desarrollo del sistema de instrumentos necesarios para ella, que informe sobre las luchas y los avances que va logrando el pueblo movilizado, que entregue los elementos de reflexión y análisis que permitan a los dirigentes y militantes, a los luchadores sociales y políti-cos, al pueblo no organizado, ir acercándose a una perspectiva común, y que haga la denuncia permanente de las políticas que favorecen a los dueños del poder y la riqueza.

e) En el impulso de organizaciones sectoriales o de frente que levanten esa propuesta política popular, así como en el desarrollo de un instrumento organizativo que nos permita intervenir en la lucha política nacional en forma abierta, aprovechando todos los espacios que sean necesarios para impulsar esa propuesta.

f) En el impulso de iniciativas concretas y permanentes de cooperación entre las organizaciones que componen la izquierda revolucionaria en el país, en el sentido de impulsar los puntos ya señalados.

Somos ambiciosos. Es cierto. Y reconocemos que nuestra organización hoy día dista mucho, muchísimo, de ser la adecuada a estos objetivos básicos que planteamos. Sin embargo, si no lo fuéra-mos, no aspiraríamos a ser revolucionarios y nos conformaríamos y acomodaríamos con esta realidad de explotación, injusticias y abusos que significa la mantención del actual sistema político y económico que rige en el país.

Creemos que esta realidad debe ser transformada y estamos convencidos de que ese es un proceso de mayorías. No nos basta con manifestar periódicamente y públicamente nuestro descontento, sin lograr cambiar nada sustancial.

A pesar de que la misma brutalidad de las condiciones de vida y de trabajo del capitalismo engendran y desarrollan espontáneamente la conciencia, la lucha y la organización del pueblo, la extensión de estas y la conformación de un proyecto político popular son procesos que deben ser estimulados y desarrollados por las organizaciones políticas del pueblo.

Hemos decidido hacer un aporte a ese esfuerzo. Por eso, nuestro homenaje a los 43 años de lucha del MIR, es impulsar en forma consecuente y perseverante la política revolucionaria del MIR y construir todos los instrumentos necesarios para llevarla a cabo.

Les invitamos a integrarse a este esfuerzo.
Con la experiencia,
Con la juventud,
Con la Fuerza y con la Unidad
Es luchando como avanza el pueblo
MOVIMIENTO DE IZQUIERDA REVOLUCIONARIA, M.I.R.

8/19/2008

JORGE TORO, LAS MENTIRAS DE OTRO LACAYO DEL ESTADO.


Ya la mayoría de los estudiantes se habrán dado cuenta por los medios de comunicación, que el conflicto que se acentuaba en el liceo emblemático Instituto Nacional de Santiago, termina con la firma del alcalde de derecha Raúl Alcaino, al aceptar la renuncia del corrupto ahora ex rector, Omar Letelier.

Como ya ha pretendido siempre el poder, los ricos y los dueños de la educación, jamás van a poner a un hombre honesto en el poder de un liceo tan importante como es el nacional, (es mas, ni un hombre honesto querría tener el poder de 4000 estudiantes), por eso nuevamente pusieron a otro lacayo, fiel a la LGE y a la ministra, y sobre todo al orden, Jorge Toro.

Vimos con impotencia como los estudiantes del Instituto Nacional ovacionaban y aplaudían a este nuevo rector, como sus sonrisas eran una excelente portada para los medios mierda que aparecerán al otro día, nuevamente ganando, engañando al estudiantado. Jorge Toro, muchos no saben la historia de este hipócrita afiliado a la concertación desde principios de los 90, después de haber sido un frustrado luchador en dictadura militar, vio con ansias los billetes que le entregaba este nuevo régimen de democracia con olor a lacrimógena.

Jorge Toro, sigue fielmente las filas de la democracia cristiana DC, siendo uno de los dirigentes del colegio de profesores que se encargo y aun se encarga de calmar los ánimos de lucha que aun no salen de la dirigencia del colegio. Desde que asume la subdirección del liceo miguel Luis amunategui, se gana el odio de los sectores estudiantiles organizados dentro de este establecimiento, consiguiendo hacer medios contrainformativos, boletines , denunciando las irregularidades y la persecución que existía en este establecimiento desde esos años. Los boletines lograron un apoyo estudiantil que hizo que la dirección del establecimiento comenzara a amedrentar a los estudiantes que se organizaban, y amenazar a los que luchaban e iban a paros por el pase escolar por aquellos años.

Llega el año 2006 y la dirección tuvo que someterse a las mayorías que decían SI ala toma del establecimiento, impulsada por el centro de alumnos de ese entonces. desde ese año jorge toro trata de quedar como el cercano a los estudiantes, el que habla y los entiende, pero por otro lado, el liceo solamente se encargaba de amedrentarlos, tratándolos como los culpables de la crisis de la educación publica, por su "falta de moral" y su "irresponsabilidad", además de defender sin ni un fundamento cuando profesores ( la mayoría DC, con pitutos del toro), cuando estos le faltaban el respeto a un estudiante, y dejarlo axial como el mal ejemplo y callarlo.

Jorge no aceptaría otra toma, cuando llegaron nuevamente los rumores de una nueva toma del establecimiento, se encargo de quedarse en el liceo con tal de que no le quitaran más plata de su bolsillo.

Jorge axial deja escrito como falta grave la toma del establecimiento en el reglamento de "buena convivencia" (reglamento que tenían que acatar los estudiantes), y junto a ello, la expulsión inmediata de cualquier estudiante que lo haya hecho, además de otros reglamentos como no formar grupos "ilegítimos" dentro del liceo, colectivos, partidos, cualquier agrupación que no siguiera su ideología patética de cristiano.

axial el año 2007 manda a expulsar luego de 3 tomas del establecimiento seguidas, a 5 estudiantes del liceo, llamándolos "PENDEJOS WEONES" cuando fue a darles cara junto con sus fieles amigos de ese entonces, carabineros de chile.

5 estudiantes expulsados y mas de 20 con extrema condicionalidad, los que a final de año la mayoría recibiría la cancelación de matricula, o expulsados por causas menores, por inspectores (también importantes dirigentes de la mesa DC) que no descansarían hasta ver afuera a todos los estudiantes que movilizaban a ese colegio. Los 5 estudiantes expulsados pusieron recursos de protección en tribunales, pero se vio que la lucha estaba perdida, que ese poder del estado también estaba en contra de los estudiantes que se movilizaban.

Esta mafia DC logro lo que se esperaba, este año ese mismo establecimiento no logro irse a toma por el reglamento interno que existía, por la persecución de Jorge, amedrentando y suspendiendo por 5 días a compañeros que solamente hablaban a favor de la movilización y contra la dirección, esta vez, encabezada por este cínico supuesto demócrata y a favor de la educación publica, siempre y cuando agrande los bolsillos de imbeciles a favor del poder y el mercado en la educación, como el mismo.

Nuevamente llamamos a repudiar a Jorge Toro, antes de aplaudir, decir una opinión en los medios de comunicación, llamamos a informarse, nosotros lo sabemos bien, nuestro colectivo estudiantil nace después de la expulsión de compañeros del liceo, y sabemos muy bien la historia de este cínico, fascista a favor del amedrentamiento y expulsión de los estudiantes, como el acuerdo que firmo con Alcaino el año pasado.

Así que llamamos a los institutanos a informase, a contrainformarse, que los dueños del poder jamás les pondrán a un hombre honesto, a la cabeza de su liceo, sobre todo ahora que la educación produce tanta riqueza para sus bolsillos, pondrán siempre a una mafia, a señores que babean por el lucro en la educación y por sobre todo, desarmar cualquier tipo de organización que existe en su establecimiento, como quedo demostrado en el Liceo Amunategui.


SOLO EL PUEBLO DEFIENDE AL PUEBLO!!

FRENTE A LA OPRESION, FORTALECER LA ORGANIZACION!!


Colectivo CONCIENCIA Y ACCIÓN REVOLUCIONARIA, C.A.R.